Para empezar destacar que las plantas medicinales no son inocuas y un mal uso de las mismas podría resultar inefectivo incluso provocar efectos totalmente contrarios a los deseados; por lo que es necesario saber qué plantas medicinales pueden utilizarse en una determinada enfermedad.
Las plantas medicinales contienen principios activos que son los responsables de su poder curativo, pero al mismo tiempo, como decíamos antes, si son utilizadas incorrectamente pueden provocar problemas de salud. Por ejemplo, el eucalipto es una de las plantas medicinales más populares en el tratamiento de las enfermedades respiratorias.
Normalmente se utiliza la infusión de hojas secas en dosis recomendadas y el aceite esencial muy diluido. Sin embargo, el aceite esencial de eucalipto es tóxico cuando se ingiere, ya que este es clasificado como narcótico, nefrotóxico y fototóxico. En ocasiones se utiliza muy diluido y supervisado por expertos en su uso.
Destacar que el aceite esencial de dicha planta medicinal en altas dosis puede llegar a ser mortal, aunque el límite no está bien establecido en seres humanos, ya que depende de cada persona. Se han dado casos en los que pequeñas dosis han causado la muerte mientras que en otros, dosis de hasta 200 ml no han sido letales. Este aceite no se debe utilizar nunca en niños ni en bebés.
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