EL ÁRNICA

¡Buenos días y feliz domingo a todos! El árnica es la planta a la que dedicaremos nuestra entrada de hoy.

Desde la Edad Media, esta planta ya era utilizada para tratar dolores y lesiones musculares. Se puede encontrar normalmente en pomadas, cremas, geles o aceites y se utiliza para calmar el dolor de los músculos, hinchazones, moratones, esguinces y cualquier problema que esté relacionado con los huesos, los tendones o los músculos, como por ejemplo la artritis reumatoide también. ¡Por lo tanto, debe ser una planta que esté a mano de todos los que hagáis o practiquéis algún deporte con frecuencia! 

También es muy útil para tratar las estrías que aparecen durante el embarazo y afecciones como faringitis, anginas, aftas, piorrea de los dientes... 

El árnica no debe ingerirse nunca debido a su alta toxicidad (puede producir vómitos, nerviosismo y dolor de cabeza, malestar general, diarrea...), excepto en tratamientos homeopáticos prescritos por facultativos para combatir la epilepsia y los mareos en viajes marinos y para  aumentar el caudal de sangre por las arterias después de que una persona haya sufrido una angina de pecho.

Las propiedades que posee esta planta son las siguientes:

• Propiedades analgésicas.
• Propiedades antiinflamatorias.
• Propiedades antimicrobianas.
• Poder rubefaciente: estimula la circulación sanguínea en la zona en la que se aplica, provocando la desaparición e incluso evitando que se formen hematomas y moratones.

Aquí os dejamos una imagen del árnica para que sepáis identificarlo. Os esperamos mañana en el blog con muchas más plantas y mucho más por aprender. ¡Hasta la próxima queridos lectores!

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