EQUINÁCEA

LA EQUINÁCEA es una planta que contribuye a disminuír la fiebre, mucosidad y la tos asociadas a resfriados u otras enfermedades del aparato respiratorio. Esta planta es rica en fibra, vitaminas del grupo B y C, betacarotenos y minerales como el hierro, sodio, magnesio y calcio. Comprende 23 especies, aunque solo 10 de ellas están aceptadas para consumo humano.

Es una planta que tiene la capacidad de reforzar el sistema inmunitario. Su uso más frecuente es para reducir los síntomas del resfriado común. Facilita y acelera el proceso de recuperación y en cierta medida contribuye también a su prevención. 

No solo se emplea para las enfermedades del aparato respiratorio, sino que también se usa en: 

• Infecciones vaginales genitales o sífilis.
• Dolores de garganta e inflamación de amígdalas.
• Malaria.
• Difteria.
• Infecciones del oído.
• Migrañas.
• Indigestión.
• Orzuelos.
• Enfermedades del aparato circulatorio como  reumatismo o septicemia. 

Esta planta también ha sido recomendada en pacientes con trastorno por déficit  de atención e hiperactividad , síndrome de fatiga crónica e incluso personas con cáncer gracias a sus propiedades antiinflamatorias y reforzantes del sistema inmune.

¿Cómo tomar la equinácea?

Prácticamente todas las partes de esta planta pueden utilizarse para la elaboración de productos como extracto seco y fluido, cápsulas, tintura, infusión y lociones y cremas de uso tópico. Respecto la cantidad diaria recomendada y la duración del tratamiento, dependerá de la prescripción del médico y de la patología a tratar. Para las infusiones se emplean las hojas y el extracto seco de la raíz.

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