miércoles, 14 de diciembre de 2016

LINO


BUENOS DÍAS AMIGOS, ¿cómo va la semana? Hoy os voy a hablar sobre el lino, una planta medicinal que no siempre ha sido conocida como tal.

Se trata de una planta que se ha utilizado mucho en el sector de la industria, debido al hilo que se puede crear gracias a ella, en concreto a los filamentos de su tallo, del que se fabrican prendas de vestir, entre otros productos. Sin embargo, centrándonos en el punto de vista medicinal, se trata de una planta que produce unas semillas que pueden darnos gran utilidad para el cuidado de nuestra salud.



Las semillas podemos emplearlas para elaborar infusiones. Para ello podemos coger dos cucharaditas de semillas hervidas en medio litro de agua. El resultado es una bebida que tiene propiedades refrescantes, diuréticas y muy recomendable para las inflamaciones internas; se puede emplear incluso como lavativa. Además, estas semillas se pueden pulverizar, reduciéndolas a un polvo para preparar cataplasmas emolientes y madurativas. También podemos obtener un aceite que servirá para luchar contra las hemorroides o los cólicos.

En cuanto a sus propiedades beneficiosas, hay que tener en cuenta cada una de ellas para el cuidado de nuestra salud. Destacan como ya hemos mencionado sus propiedades laxantes y desinfectantes. Por lo tanto, podemos emplear infusiones o soluciones obtenidas a partir de estas semillas de lino para los siguientes casos: inflamaciones de vejiga y recto, almorranas, catarros, ronquera, tos seca, úlcera del estómago o estreñimiento.

En cuanto a como usarlo para beneficiarnos de sus propiedades, podemos ingerirlo a partir de una cucharada sopera de semillas por cada litro de agua, tomando varias tazas al día, en función de la gravedad. Para casos de estreñimiento se recomienda especialmente su ingesta a primera hora del día, cuando aún estamos en ayunas.

Podemos también aplicarlo de forma externa, para ello utilizaremos cataplasmas, empapando un paño en una tisana de las semillas, o compresas, de modo que ayude a curar las zonas afectadas por alguna herida o lesión.

Sin embargo la aplicación más habitual es como infusión, pues las semillas del lino son muy beneficiosas para combatir enfermedades derivadas de las fermentaciones que se producen en el estómago. Cuando ingerimos alimentos que provocan esta fermentación deberíamos evitarlos, sin embargo este complemento podría ayudarnos a mantener una dieta equilibrada y libre de este peligro.



En algunos casos se puede incluso optar por consumir harina de lino integral, un producto libre de fermentación durante varios días. Es muy útil para controlar el ácido úrico, sin embargo no sería bueno ingerir más de 100 gramos diarios de este producto. Se podría emplear para cocinar cualquier alimento, tal como utilizaríamos la harina común, tan sólo teniendo en cuenta la limitación que deberíamos establecer para su consumo diario.

HASTA MAÑANA AMIGOS, ¡espero haberos ayudado!

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